ETAPA 9.

Laguna Diana - Isla de Montecristo (Italia).

Se inicia la boga en Laguna Diana, a las ocho de la mañana del día 10 de septiembre. La característica general de esta etapa es el buenísimo estado de la mar, un agua limpia y transparente donde es un placer el navegar. La boga, que comienza a buen ritmo, se ha mantenido lo mejor posible. En las primeras horas de la tarde se acercan al barco nodriza para el avituallamiento. Y entre el buen humor y alegres canciones de las tripulaciones, continua la boga y la silueta de la Isla Montecristo, famosa por la novela de Alejandro Dumas, se va abriendo, poco a poco, ante los ojos de todos.

La noche se les echa encima y con la luz de las estrellas, empiezan a admirar el bello espectáculo de la Isla, cuya estampa hace honor a tanta leyenda escrita bajo su nombre y a tantas aventuras soñada con su leyenda. El mar y el cielo se confunden dándoles la sensación de que Montecristo flota entre un sin fin de estrellas.

A las cero horas y treinta minutos del día 11 de septiembre, después de diez y siete horas y media de boga, bajo los rayos de luz que desprenden los focos del “Atlela” para que puedan realizar la maniobra de atraque, llegan a la corta playa de la Isla de Montecristo. Dejadas las piraguas amarradas en su playa y cuidadas por unos pescadores, zarpan en el “Atlela” hacia la isla de Elba para descansar. Los tres días de boga que llevan, con un recorrido de cerca de las cien millas, durmiendo a razón de cinco horas sobre la pequeña popa del “Atlela”, cubiertos con una ligera manta y teniendo como almohada un salvavidas, unido todo a una deficiente alimentación, les afecta al estado físico, lo que les obliga al descanso y recuperación en esta Isla.

Y en Portoferraio, capital de la Isla de Elba, pequeño puerto pesquero de casas blancas escalonadas en un alto promontorio rodeado de murallas, transcurre el merecido descanso. Por fin pueden comer comida de verdad y dormir en una cama.

Por la mañana, en San Martino, visitan en el monte Castello, la Capilla de la Virgen de Monserrat, construida en el año 1650, durante la dominación española de la Isla. Por la tarde visitan el Palacio en el que Napoleón, perdido su poder, vivió su derrota.